jueves, 29 de marzo de 2012

Haz que tu sonrisa cambie el mundo, pero no dejes que el mundo cambie tu sonrisa

¿Te hago una pregunta? Si ayer eras la persona más feliz del mundo, ¿por qué hoy ya no tenés ganas de ser quien sos? Si ayer bailabas, cantabas y reías como si no hubiera un mañana, ¿por qué hoy tu voz se apagó? ¿Qué es lo que te pasa? ¿A caso estás loca? ¿Por qué sos tan bipolar? ¿Por qué no lográs entenderte a vos misma? ¿Por qué ayer eras linda, hoy sos fea? ¿Por qué ayer tenías amigos, hoy no te quiere nadie? ¿Por qué ayer todo se salía bien, y hoy no hay ni una -puta- cosa que te salga como querés? ¿Y cómo es que te atrevés a pensar todo eso? ¿Por qué hoy nada tiene sentido, querida? ¡Abrí los ojos! Sos igual que ayer. Tenés todo o más de lo que tenías hace 24 horas. ¿Por qué no lo podes ver? ¿Por qué todo se te escapa de las manos, cual arena? Hey, todo está roto en pedacitos. Vos lo rompiste. Por favor, rearmalos. Fíjate que no todo es tan malo. Y sonreí. Sonreí con la cabeza en alto porque te lo merecés. No estés triste, no sirve de nada. Las lágrimas no van a ningún lado. Basta de llorar, basta de no encontrarle sentido a las cosas. Si estás en donde estás es por algo y se que muchos querrían tener todo lo que vos tenés. Hey, vamos, levantate, tenés que poder soportar tu propio peso. Se que duele, pero date cuenta de que es inentendible que estés mal por lo mismo que ayer te hacía feliz. Volvé. Volvé a ser quien de verdad sos.

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